Cierras las puertas
y te detienes frente al espejo,
contemplas tu imagen
delante del espejo.
Pues ya has dejado de ser una niña,
sigues tu propio camino,
tus grandes ojos oscuros
esperan la vida.
Sobre la cama se encuentra todavía
el osito de tu niñez,
te pones un poco triste,
lo tienes olvidado.
Ayúdame,
constrúyete un mundo
con tus sueños.
Ayúdame,
adonde vayas,
florecerán las rosas,
ayúdame,
siempre verás brillar el sol.
Ayúdame,
adonde vayas,
florecerán las rosas.
Tu primer vestido largo
te lo pondrás mañana,
y alguien te dirá
palabras de enamorado.
Escribes en tu diario
que lo has visto a él,
y sientes nacer en ti
deseos antes desconocidos.