Yo aposté todo y no vivo apostando,
y ahora estoy desesperando,
cuando hay que estar entero será que sólo espero,
un gesto suave que acabe con mi ansiedad.
Es verdad me jugué hasta la camisa,
me da miedos y alegrías a la vez,
tal vez espero sólo una señal
que me saque del pecho este puñal.
Antes era Kafka-cucaracha,
ahora tengo un amor en el ojal.
Si el destino me da con el hacha,
quedarán telarañas que teje el yuyal.
Que silencio tan pesado es el tuyo,
un solo murmullo bastaría
para tanto desencanto,
ya me sobran, de mis vidas anteriores
cicatrices de otro amor.
Es verdad me jugué hasta la camisa,
me da miedos y alegrías a la vez,
tal vez espero sólo una señal
que me saque del pecho este puñal.
Antes era la melancolía,
ahora vivo los mejores días de toda mi vida.
Tiro afuera la melancolía
ahora vivo los mejores días de toda mi vida.